BUSCADOR CATÓLICO

lunes, 31 de marzo de 2008

CAMINA CON NOSOTROS


Pace Bene. El día de Pascua ya dijimos que Cristo Resucitado ahora camina por la tierra, que es más fácil encontrarse con Él. Y es la verdad. A los discípulos que se encaminaban a Emaús les sorprendió por el camino. No le esperaban, ni siquiera confiaban en que le volverían a ver, puesto que estaban seguros de que había muerto, y que había pasado por la Historia de Israel como un profeta más. Su Fe estaba no apagada, sino muerta. Ya no quedaba nada, puesto que el profeta que les había devuelto las esperanzas mesiánicas había sido derrotado por la injusticia, la tortura y la muerte. Pero Jesús aparece por allá, como sin querer, y habla con ellos, les pregunta por sus inquietudes. Y les revela al verdadero Mesías: no el glorioso como David o Salomón, sino el que había de ser crucificado, y que había, por ello, de padecer. Es el que Yahvé había anunciado: un Mesías que no liberaría a Israel de ninguna opresión romana, pero que liberaría sus corazones por el Amor y la Misericordia. De hecho, sólo lo reconocen en la fracción del Pan, en aquel momento en que, días atrás, les había dicho que era Él, el que se entregaba para salvarnos del pecado y de la muerte. Por eso, de aquí a la Anunciación, es tiempo propicio para examinar dónde buscamos a Jesús, y hacer una oración de acogida, Maran atha.

domingo, 23 de marzo de 2008

¡Resurrexit sicut dixit, Allelluia!
Hoy, Hermanos, ha resucitado el Señor. Felicidades a todos. Hoy se ha abierto el sepulcro. Hoy, la Muerte ha sido vencida y se han abierto las puertas de todos los sepulcros. Hoy, el hombre puede ver a Jesús Resucitado, al Hijo en su Gloria original, la que tenía al lado del Padre, "antes de que el mundo fuese". Hoy, somos salvados, porque Cristo ha vencido al Pecado y a la Muerte, que, como dijimos hace dos días, lucharon sin cuartel para impedir que Él, Rey de Reyes, sepultara para siempre nuestras miserias.
Satanás ya no tiene poder sobre nosotros. Ahora sólo depende de nuestra voluntad y nuestro Amor a Dios y al prójimo que seamos salvos.
Cristo, al entregar el espíritu, vuelve al Padre. Ya vive para siempre en la Gloria Celestial. Nosotros, debemos contemplar y alegrarnos. Además, estos 40 días que quedan hasta la Ascensión, Cristo camina por el mundo y, como los discípulos de Emaús, puede que nos lo encontremos. Sólo debemos buscarlo de todo corazón, en la oración y en la Caridad Fraterna. Ahora que las puertas del cielo están abiertas, dirijámonos nuestros afectos allá arriba.

viernes, 21 de marzo de 2008

"Cristo padeció por nosotros,
dejándonos un ejemplo
para que sigamos sus huellas.

Él no cometió pecado
ni encontraron engaño en su boca;
cuando lo insultaban,
no devolvía el insulto;
en su pasión no profería amenazas;
al contrario,
se ponía en manos del que juzga justamente.

Cargado con nuestros pecados, subió al leño,
para que, muertos al pecado,
vivamos para la justicia.

SUS HERIDAS NOS HAN CURADO".

jueves, 20 de marzo de 2008

SÓLO IMPORTA ÉL



Pace Bene. Esta noche es Noche de Pasión. Una noche en la que sólo importa Jesús. Hoy no le pidamos nada, porque hoy es Él quien nos necesita, quien necesita Amor, Afecto, que estemos a su lado, que velemos a su lado, "siquiera una hora". Esta noche, centrémonos en Su Dolor, Dolor que le provocan nuestros pecados, nuestras infidelidades. Busquemos, por tanto, no aumentarle el peso de la Cruz. En Getsemaní, Jesús orante y agonizante busca a su Padre, al Padre. Reza, suplica, gime de angustia. Las tinieblas se han cernido sobre el mundo, sobre Él, para ser precisos. Satanás, el mundo de la oscuridad, centra esta noche todos sus esfuerzos en derrotar a la Luz, ya que ésta se ha hecho débil y sujeta al sufrimiento y a la duda. Es la Batalla más dura de la Historia de la Salvación. Jamás Luz y tinieblas habían luchado así. Jesús buscando redimirnos, y el Maligno buscando que se volviera atrás, acentuando si acaso el dolor y el padecimiento para que no quisiera, o no pudiera, seguir adelante con ese propósito salvador y redentor. Pero el Amor es más fuerte que el egoísmo y el odio, y sigue adelante, "quemando etapas" en su Pasión: traición, agonía y sudor de sangre en Getsemaní, prendimiento, palizas, salivazos, negaciones, abandonos, desprecios, soledad, burlas, juicio, condena a muerte, tortura, crucifixión, Entrega del Espíritu. Hoy, esos pecados que hemos cometido y nos duele haberlo hecho; esos pecados que cometeremos, nuestros fracasos, dudas, miedos, infidelidades... hacen que la Cruz pese más. Pero su Amor nos redime, y suben con Él al patíbulo. Son absorbidos y transfigurados por el Amor de los Amores. Como Francesco, contemplemos a "Cristo Pobre y Crucificado": Cristo que sufre, que no tiene nada ni a nadie, que sólo puede inclinar la cabeza y exhalar el Espíritu, entregarse a su Padre en un acto único y Eterno de Amor. Partamos hoy de Getsemaní, y recorramos con Él el camino.

viernes, 14 de marzo de 2008

SU CORAZÓN


"El Amor no es amado", gritaba Francisco. En estos días que quedan de Cuaresma, y a poco de empezar Semana Santa, creo que fijándonos en el corazón de Jesús, y reviviendo desde él las escenas de la Pasión, Muerte y Resurrección es como mejor podemos contemplar. Lo que importa en todo esto es el Amor desbordante, Trinitario, que movía a Jesús para entregarse en la Cruz. Es desde ese Amor que se puede entender que aguantara las palizas, humillaciones y flagelación. Todo "como Cordero llevado al matadero", sin mediar palabra, ni queja ni murmullo alguno. Sólo desde ese Amor podemos hacernos a la idea, aunque sea mínima, de cuánto deseaba llevar esa Cruz por nosotros, aun a costa de un sufrimiento físico indescriptible. Sólo desde ese Amor entenderemos las palabras a Judas: "¿Con un beso entregas al Hijo del Hombre?". Sólo desde ese Amor entenderemos que abriera los brazos para ser crucificado. Sólo desde ese Amor podremos entender y, pobrecitos de nosotros, "tolerar" las tres horas de tortura, agonía, soledad y desconcierto. Desde pequeños hemos visto crucifijos, y por desgracia nos hemos acostumbrado, quizá, a un escenario que, per se, es abominable. Sólo el intentar captar ese Amor nos puede remover hasta lo más profundo y hacernos despertar de esa "sedación espiritual" por la que amamos poco a Dios y a los demás. Entonces, una vez despiertos, podremos mirar a nuestro alrededor y ver con claridad cómo el mundo necesita de este Amor de Dios concretado en la Cruz, pero también cómo Dios necesita del Amor del hombre. "El Amor debe ser Amado".

miércoles, 12 de marzo de 2008

ABBÁ


Así llamaba Jesús al Padre en la Cruz y a lo largo de su vida, y así lo llama desde toda la Eternidad, en la Trinidad. La Relación es continua, constante, intensa, Eterna. Al encarnarse, es lógico pensar que esta relación no se cortó. Porque ello significaría dos cosas:

1. El Hijo es tal porque vive por el Padre. Si la relación se hubiera cortado, ya no sería tal, y es impensable.

2. Dios no puede morir, ni "frenarse", o "dejar de ser", aunque sea por un instante. El Padre, como tal, engendra. El Hijo, como tal, es engendrado. Y el Espíritu, proviene del Padre y del Hijo, como Amor de ambos.


Así, al Encarnarse, vivir como uno de nosotros y ser crucificado, no sólo se hizo Hombre el Hijo, sino que, de alguna manera, la Trinidad entró en relación con, desde y por el Hijo - HOMBRE. La Trinidad se "condicionó". Podemos hablar de una kenosis Trinitaria, no sólo del Hijo. Porque encarnarse es entrar en la Historia, en el Tiempo, en los condicionamientos físicos - psicológicos - espirituales del hombre. Pasa a ser contingente, y limitado, dependiente. Esto afecta a toda la Trinidad. El Padre sigue engendrando constantemente al Hijo, pero un Hijo Encarnado. Por tanto, la naturaleza humana es asumida en la Trinidad, en el Ser-Divino. De ahí que por esto y, sobre todo, por la Resurrección (como momento en que la Vida Divina estalla en el Hijo-Sarx) somos Hijos, y podemos llamar a Dios Padre, Abbá (lit. "papaíto"). Somos hijos adoptivos de Dios, porque el Hijo Único se hizo hermano nuestro, uno de nosotros, y además elevó la Naturaleza Humana a la Vida Divina, haciéndola partícipe de esa explosión Eterna de Vida.

martes, 11 de marzo de 2008

THE PASSION

Se acerca Semana Santa, y creo que no podemos dejarla pasar. Me refiero a que es una ocasión única para acercarnos más a Jesús y contemplar su sufrimiento, su dejarse la piel por nosotros. El relato de Juan pone, primero, el padecimiento moral de Cristo, su autodonación libre y amorosa hasta ser traicionado, y que un amigo le bese para entregarlo a sus jueces y verdugos.
Así, creo que la mejor forma de no dejar pasar de largo esta Santa Época del año es buscar intimidad con Él y contemplar su Pasión, estar ahí con Él, y tomar partido. ¿De verdad consiento pecar, sabiendo que es lo mismo que darle un beso de traición? ¿O buscaré de verdad amarle, sabiendo que soy débil, pero sabiendo también de su Gracia? Esta Semana, se trata de Él, no de nosotros. Iremos hablando de la Pasión, porque tenemos que aprender, yo el primero, a adentrarnos en tal Misterio.

lunes, 10 de marzo de 2008

LA LLAMADA


¿Habéis visto "Hermano Sol, Hermana Luna"? Pues sin duda recordaréis el fragmento que os dejo a continuación. Bernardo descubre su vocación. Es un trozo cargado de sentido espiritual, de todo lo que es una llamada, un buscar a Dios y recorrer caminos y caminos hasta encontrarlo, aunque mientras los recorres caes y te ves obligado a levantarte y reorientarte 100 veces, cargándote siempre de ánimo renovado, sin perder la Esperanza. En pocos minutos, Zeffirelli nos presenta un Bernardo - Cruzado transformado en Bernardo - Hermano.


En su diálogo con Francisco, Bernardo expone, como si rezara, la situación de su alma. Francisco escucha, no dice nada. Está lleno del Espíritu, lo que hace notar Zeffirelli fundiendo su silueta con el fuego de la chimenea. Bernardo sigue hablando, abriendo su corazón a la Gracia. Cuando ya ha llegado al extremo, al momento en que no sabe hacia dónde ir ni qué dirección tomar; cuando su vida ya está estancada, aparentemente sin sentido, ahogada por un pasado materialista y mundano, que no deja que su alma, tocada ya de Dios, pueda respirar... entonces Francisco le propone un símil: como haciéndose el loco, le hace ver las bondades de unas piedras allí depositadas. Como hablando de la piedra, le dice a Bernardo que puede ser una buena piedra angular, un buen sostén para la Vida Evangélica que está surgiendo:



"¡Oh! Ven, y conviértete en piedras vivientes, construyendo con ellas un Templo Espiritual!".




Y Bernardo entiende, al fin ha encontrado reposo su alma. Sus aspiraciones se ven colmadas: "entrar a formar parte de los soldados de Cristo", piensa. Esto resuena en su alma como el más fuerte de los aldabonazos. Las palabras de Francisco, como certera flecha, han impactado en su corazón, inundándolo de la Paz que sólo puede ofrecer el Verdadero Capitán, Cristo el Señor, que no ofrece Gloria Mundana o terrena, sino Espiritual y del Cielo. Ahora será piedra viviente, formando parte del edificio espiritual de los Hermanos Menores, destinado a ofrecer cobijo y motivación espiritual a todo el que busque a Dios con sinceridad de corazón y desee asemejarse a Cristo.

viernes, 7 de marzo de 2008

ES LO MISMO

Si uno se pone en contemplación, y trata de acercarse con el corazón al Misterio de la Encarnación, puede ver cómo la Humanidad recibió a Cristo en el momento en que, por la situación de pecado y vivencia de Dios sin el corazón por parte de Israel, más necesario era un soplo de Gracia. En efecto, en el relato de la Anunciación de Lucas, podemos ver con el corazón y dejar que resuene en él la Gracia desbordante de un Dios que se acerca a una criatura y la desborda con una Promesa, una Certeza: es llena de Gracia, y en ella se encarnará un Hijo, el HIJO, la Segunda Persona de la Trinidad. El Alma Fiel de María albergará tal estallido de Amor, y se hará Templo de la Divinidad, Vaso Sagrado en el que se contiene toda la Plenitud, todo el Bien, toda la Eternidad. El diálogo con el Arcángel Gabriel debió ser tan inefable, que ningún oído humano, a no ser que fuera muy puro, podría haberlo escuchado. La misma presencia del Poder del Altísimo no es fácil de asimilar si no es porque Dios mismo sostiene con su Amor a María. Ya era llena de Gracia, porque Dios ya se había fijado en ella y la había escogido. Así pues, sólo María alberga tanta Pureza y tanto Bien. Pocas criaturas han gozado de tan singular unión con la Trinidad. Francisco fue una de ellas, pues fue Uno con Cristo, Uno con el Bien, Todo Bien, Sumo Bien.

jueves, 6 de marzo de 2008

¿APOSTASÍA O RETIRADA?

Hoy se puede leer en www.elmundo.es o en www.elpais.es que una mujer ha oficializado su apostasía, es decir, ya "no forma parte de la Iglesia Católica". Si bien es verdad que uno, para considerarse católico y vivir en plena comunión con la Iglesia y frecuentar los Sacramentos, es de recibo que esté bautizado. Pero el hecho de que borren tu nombre de un registro en una sacristía o un obispado determinado, no borra ni la Gracia conferida por el Bautismo, ni la conferida por ningún otro sacramento. Hasta ahí podríamos llegar. El caso de esta señora, sin embargo, es cuando menos entendible, aunque no lo justifico ni lo apoyo, desde luego. Sufrió de pequeña la mezcla de poder político y religioso, y por varias circunstancias que narra (las cuales son bastante reprobables por quienes las llevaron a término) y ahora no puede con la Iglesia ni, peor aún, con Dios. Esto lleva a dos reflexiones:
1. Debemos guardarnos mucho de toda ocasión de dar escándalo, de ser antitestimonio. Si bien esta mujer comete el error de negar su Fe, la Iglesia y a Dios en base a la actuación de un determinado número de religiosas, sacerdotes y quien le haga falta para justificarse, también es cierto que lo que vean de nosotros los demás es lo que les llevará a acercarse o no a Dios. Y eso es una enorme responsabilidad. Cuando decimos que somos católicos, debemos actuar como tales, dando testimonio al mundo de que estamos con Jesús, de que Él es nuestra vida. Si no, las malas obras que cometamos, darán a entender lo contrario: que la Iglesia, o que Dios no puede ser algo bueno, porque mira éstos que hacen.
2. Respecto a Julia (así se llama ella), decir que es una pena dejar de lado a Dios y la Vida de Gracia (incluso impidiéndola a los demás, como hizo no dejando que le dieran la extremaunción a su marido) por culpa del hombre. Dios y su Iglesia no son reductibles a la actitud de nadie, y dar la espalda a la Vida Espiritual no soluciona las cosas. Si acaso, te deja resentimiento, rencor y poca paz interior. Lo que le hicieron está mal, y ojalá nunca se repita algo así, pero Dios está por encima de estas cosas. Y está por encima incluso de la Iglesia como institución que, craso error, se alía a veces con el Poder Civil, de forma que ambos se identifican, generando dudas, temores y rencores innecesarios.

miércoles, 5 de marzo de 2008

ABANDONO DE AMOR

"¡Oh, Señor mío!... Sólo es menester amaros de veras y dejarlo todo de veras por Vos, para que Vos, Señor, lo hagáis todo".
Esta frase de Santa Teresa, con la que me he topado hoy, la verdad es que me ha conmovido. Sólo puede ser fruto de un alma enamorada, que ha conocido a Dios íntimamente, como sabemos fue el caso de la Santa de Ávila. Fue un alma confiada, siempre apasionada, que ya desde joven buscó y deseó a Dios, consagrándose a su servicio. Al igual que Francisco, del que os dejo una escena significativa, extraida de "Fratello Sole, Sorella Luna". PACE BENE.

lunes, 3 de marzo de 2008

DESEAR Y VER

En los dos domingos de Cuaresma pasados, la Iglesia nos ha propuesto dos lecturas, claves en el seguimiento de Cristo: la Samaritana y el Ciego de Nacimiento. Son dos lecturas de Juan que, si bien son distintas e independientes una de otra, se complementan. En la primera, Juan expone a un Jesús que invita a su seguimiento y conocimiento a la comunidad samaritana, por aquel entonces mal vista en el mundo judío, por no haber abandonado el sincretismo con las religiones babilónicas y sirias. Jesús invita a la samaritana a dejar el pozo, el cántaro y todos sus ídolos, y seguirle en una adoración "en espíritu y verdad". Por otro lado, el ciego de nacimiento es recreado, recobra su vista y ahora sí conoce a Dios, y le adora. Por contra, es expulsado (deja) el mundo judío con sus instituciones, tradiciones, seguridades y enfoque "legislativo" de la vida con Dios. Ambas escenas acaban igual: los personajes-tipo reconocen y adoran a Jesús: la samaritana reconoce al Mesías y lleva a otros a conocerlo, y el ciego de nacimiento lo reconoce y lo adora. Ambos son signo del que se ha encontrado con Jesús y, desde lo más profundo, ha visto cómo su vida es puesta "patas arriba". Quizá es lo que Jesús nos propone esta Cuaresma: dejar que nos salga al encuentro y remover nuestra vida.