BUSCADOR CATÓLICO

sábado, 27 de septiembre de 2008

LOS DESHEREDADOS MOLESTAN A LA SOCIEDAD


Creo que a todos nos ha ocurrido más de una vez cruzarnos por la calle con un drogadicto, un pobre que nos pide limosna, un alcohólico, o algún discapacitado mental y sentir al menos ganas de pasar rapidito y con un cierto temor o ganas de no implicarnos y girar la cabeza para otro lado. Sí, los desheredados de la sociedad molestan a la sociedad, y son muchos, por desgracia. Así, si nos piden limosna, o no damos, o damos poco, o incluso conozco gente que les espeta "hay trabajo, busca uno", como si supiéramos la historia de tal persona, y tuviéramos algún derecho de juzgarla o decirle lo que tiene que hacer.

En Palma hay, desde hace meses, una polémica en torno a un centro de transeuntes que el Ayuntamiento quiere ubicar en la zona de Es Molinar, debido a que el centro actual ocupa espacio del futuro Palacio de Congresos. Serán desplazados por un edificio público. Creo que a los políticos les importan poco los colectivos más desfavorecidos, pero en fin. El problema está en que los vecinos de El Molinar no quieren a estas personas a su lado: tienen miedo, porque creen que provocan disturbios, violencia, suciedad, etc. Y no los quieren. Incluso se publicó que algunos opositores a este Centro amenazan a aquellos vecinos que no lo hacen. Les molesta también que el Ayuntamiento, tal y como habían acordado, no lo consultara con la vecindad.

Pues que queréis que os diga, qué pena. Gente asentada, que vive bien, sin alardes pero bien. Gente trabajadora, que no le falta el pan, aunque sus problemas tendrán, claro. Pero es gente que debería dar gracias de, por lo menos, tener casa, trabajo y pan para comer. Y les molestan aquellos que tienen graves problemas personales, de salud, de adicciones. Molestan porque pretenden que sean como ellos. Pretenden que no generen conflictos, cuando su vida es un conflicto. ¿Por qué nadie se pone de parte de los pobres? ¿Por qué molestan? Es más, ¿qué nos molesta? ¿Su aspecto? ¿Su olor? ¿Su incapacidad de llevar una vida normal, por la que luchan? Lo más gordo es que dicen que es su derecho a estar tranquilos. Pues vaya sociedad, que va de solidaria, pero que rechaza a los predilectos de Dios, aquellos que nada pueden ofrecer, sino pedir. Y entre ellos habrá gente que vaya a Misa. Cristo fue un mendigo, y no trabajó mientras llevó una vida pública. ¿Y por qué no ver en estos pobrecillos la imagen de Cristo que pide ayuda, que dice "tengo sed"? Ojalá los vecinos de El Molinar no se vean nunca en tal situación. PAZ Y BIEN.

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