BUSCADOR CATÓLICO

sábado, 8 de noviembre de 2008

FIDELIDAD Y COHERENCIA

"Los católicos desoyen las consignas de la jerarquía sobre política y sexo. Una encuesta indica que la religión en España es cosa de mujeres y personas mayores". Así reza el titular de un artículo en elpaís.es, del pasado día 6. Pues sí, así estamos. Los que nos hacemos llamar católicos cortamos a veces el Evangelio en trocitos, según nuestros intereses. No es que las normas de la Iglesia, jurídicamente hablando, se identifiquen siempre con el Evangelio, ya que pueden ser fruto de experiencias o necesidades jurídicas diversas. Pero sí es cierto que se dictan y proponen con el ánimo sincero de hacer que el Evangelio impregne nuestras vidas. Así, no podemos, no es coherente, decir que vamos a Misa y llevamos a nuestros hijos a religión en el cole, pero luego desoir por sistema lo que la Santa Madre Iglesia propone. También es verdad que no es muy sano aplicar lo que dice porque sí, sin un sano espíritu crítico, o discerniendo por lo menos según nuestras particulares circunstancias. Lo que ocurre es que hay que tener un punto medio: procurar oir y escuchar sinceramente a la Iglesia, a través de sus lugares - Magisterio, Concilios, Homilías, Teología, o el fiel que tengamos al lado -, pero también saber que uno debe ver cómo aplica los consejos o normas a su situación personal, colectiva, familiar incluso. Y ser coherentes. Vivir el Evangelio, "sin glosa" (EP 1).

Cierto es que la Iglesia no debe meterse, como institución, en política, sino que debe dedicarse a despertar las conciencias. Pero si da orientaciones sobre el voto, también es porque sabe lo que dice. Al menos, en el fondo, si es que alguna vez puedan fallar las formas. Yo, como católico, ni siquiera como cristiano de otras iglesias, no puedo votar a un partido que promueva el aborto, por ejemplo. Si acaso, al menos malo en esta materia, que no lo promoverá aunque tampoco hará nada por abolirlo.

En fin, Fidelidad se nos pide, que hace mucha falta.

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