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lunes, 19 de noviembre de 2012

Los Rayos de Luz.

Del Epistolario del Padre Pío con Raffaelina Cerase, Terciaria (25/04/1914):

"Y bien estos son los signos para conocer si los rayos de luz provienen del Padre de las luces. Estos signos se reducen a tres. El primero es que esas luces producen un conocimiento de Dios siempre más admirable, el cual, a medida que se nos descubre, nos da siempre una idea más alta de su incomprensible grandeza. Esa luz nos lleva al fin y al cabo a amar más a Dios nuestro Padre y a sacrificarnos siempre más por su honor y por su gloria. El segundo signo es un conocimiento cada vez más profundo de humildad ante el pensamiento tan vil de que la creatura haya osado ofenderlo, y que incluso ose mirarlo, observarlo. El tercero es que estos rayos celestiales producen en el alma un desprecio cada vez más grande por todas las realidades terrenas, exceptuando sólo las que pueden ser útiles para el servicio de su Dios.

Ahora, si esos rayos de luz producen estos tres efectos en el alma, retenlos como provenientes de Dios".
Pace Bene.