BUSCADOR CATÓLICO

lunes, 25 de agosto de 2008

HASTA PRONTO, ASSISI





Pace Bene a todos. Ya hemos vuelto de Assisi, :-(

Han sido casi 10 días de vacaciones que he disfrutado de verdad. Ir allá siempre es especial, pero cada año es distinto, no sé, es difícil de explicar, pero Dios siempre te da un motivo nuevo por el que disfrutar de aquello. Todo ha sido especial: el hotel, las comidas, el rezar aquí y allá, la presencia de Francisco, la Gracia de Dios que te acompaña por donde vas... y es que los frutos de Francisco son allá muy patentes, y se notan allá por donde vas. Porque a Assisi vas a encontrarte con Dios, a mirar dentro de ti, a ver qué necesitas cambiar para estar más cerca de Él, y Francisco te ayuda a ello. Vas a disfrutar espiritualmente, pero también se te regala disfrutar de todo. Y, cuando no es Asís, es Fonte Colombo, La Verna, Greccio, Le Carceri... Un día os tengo que hablar en particular de estos sitios, porque vale la pena.
Francesco es allá muy querido, y todos los que visitan Santa María y Asís quedan prendidos de lo grande que es el Espíritu de Asís. Francisco y Clara dejaron una impronta tan fuerte, que es imposible no percibirla en cuanto llegas. Es la Città de la Pace, la referencia para muchísimas personas en este mundo. Es una ciudad en la que muchísimas personas de todo el mundo buscan Luz, Paz, Orientación en sus Vidas.... o simplemente rezar. Y sabes que tienes eso en común con los que allá están. También hay mero turismo, por supuesto. No sé qué más deciros de Assisi, porque hay que ir allá para experimentarlo. Hay que estar en la Porci, en el Sacro, ir a Vísperas a San Damiano... para experimentar lo que, a cada cual, Dios le quiera regalar. Pero todos tendremos en común esto: aquello es Tierra de Dios, y quien va quiere y necesita volver.

jueves, 14 de agosto de 2008

ANDIAMO VERSO ASSISI


Mañana, 15 de Agosto, Fiesta de la Asunción, dos Hermanos y yo nos vamos 10 días a Assisi. Iremos a disfrutar de la Presencia siempre viva de Dios en aquella Città Santa. Es mi intención disfrutar al máximo de lo que supone rezar delante de la Tumba de San Francisco, o en la Porciunculita, o en San Damiano (sobre todo con el Rezo de Vísperas). Resulta también muy grato y estimulante pasear por sus calles, tomar un helado, disfrutar de una buena cena en un restaurante de la Piazza del Comune, por ejemplo. Allá disfrutas de todo. Es muy diferente de Mallorca (y quiero mucho Mallorca), y ya dije una vez que cuando estás allá no volverías. Todo allá se disfruta y se vive al 100%. Si podéis, no perdáis la ocasión de ir allá y experimentar a María en la Porciúcula. A San Francisco en la Tumba, donde parece que es el centro del mundo. Unas Vísperas en San Damián no tienen desperdicio, y son preciosas. Allá los novicios, sentados en el coro, entonan Alabanzas al Altísimo, al unísono con el pueblo allá congregado, que se deja llevar por el "entusiasmo espiritual" que, sin hacer que no tengas los pies en el suelo, te anima a vivir con ánimo renovado tu experiencia de cristiano y tu vida corriente.

Y se me olvidaba hablaros de la Verna, el Monte Santo, Consagrado por la Presencia del Altísimo el día que otorgó las Llagas a Francisco. Allá, cual Sinaí, hombre y Dios se encontraron, aunque de forma más plena, porque allá bajó y se manifestó plenamente la Trinidad.

En fin, tengo cosas que preparar aún, y deciros que leáis mucho de la Vida de Clara, que su fiesta fue el lunes, y no posteé nada. Ya os contaré. PAX ET BONUM.

sábado, 2 de agosto de 2008

02 DE AGOSTO, DÍA DEL PERDÓN


Hoy celebramos la Fiesta del Perdón. Hoy celebramos la Fiesta de Santa María de los Ángeles. Hoy, se peregrina a la iglesita de la Porciúncula, en Santa María (Assisi). Hoy recordamos cómo Francisco amaba este lugar, cómo le fue concedida la Indulgencia Plenaria para todos los que peregrinen hoy a la Porciúncula (hoy se gana en cualquier lugar franciscano, si no puedes irte allá). Hoy, es día de fiesta y reconciliación. María Santísima se hace hoy presente como nunca a los que la buscan con sincero corazón filial. Hoy, la Pureza que baña los muros de la Porciúncula llega a todos los corazones que, con un ánimo franciscano, quieren reconciliarse con Dios y con los demás, participando de verdad de la Gracia que baña aquel especialísmo lugar.

Y es que la Porci es un pedacito de cielo. Allá dentro desaparece todo aquello que conforma el pesado traje que llevamos en el mundo, cada día: miserias, pecados, ingratitudes, sentimientos que no son los de Dios... Y nos vestimos del único traje que allá se da: la Pureza de Corazón, de Cuerpo y Alma. La intensidad espiritual traspasa allá todo muro, frontera o condicionamiento que nosotros, pobrecitos, podamos poner. Allá dentro, se funden Cielo y Tierra, y no querrías salir nunca. Allá, por encima de toda turbulencia del mundo, está la Paz y la Vida. Pero no sólo por encima, sino que baña siempre a la humanidad de esa Unidad y Gozo Espiritual que tanto ansía. Otra cosa es que la acojamos o no. Una vez sales de la Porci, sientes la necesidad de decir a todos que miren a María, que la busquen, que dejen todas esas cosas que lastran el corazón, que nos impiden amar a Dios y a los demás, y a ser, por tanto, felices. Y te lo dices antes a ti mismo, y eso es Gracia: tomar conciencia de cómo eres, a la Luz de la Gracia del Perdón que te acaban de conceder.

Gracias, Francisco, Gracias. Tu Vida Santa y Fiel produjo tantos frutos que apenas los sabemos ver y recoger. Y encima, a veces, los echamos a perder. Pero allá estás tú otra vez, acompañándonos, con Cristo Bendito, en el Camino de la Vida.
Virgen de los Ángeles, que desde tantos siglos has puesto tu trono de misericordia en la Por-ciúncula, escucha la plegaria de tus hijos que confiados recurren a ti. Desde este "lugar verda-deramente santo y habitación de Dios", particularmente querido al corazón de San Francisco, siempre has invitado a todos los hombres alAmor. Tus ojos, llenos de ternura, nos aseguran una continua y maternal asistencia, y prometen ayuda divina a cuantos se postran a los pies de tu trono o desde lejos se dirigen a ti, invocándote en su auxilio. Eres de verdad la dulce Reina y Esperanza nuestra. Oh Señora de los Ángeles, alcánzanos, por la intercesión del Bienaventurado Francisco, el perdón de nuestras culpas, la ayuda a nuestra voluntad, para mantenernos alejados del pecado y de la indiferencia, a fin de ser dignos de llamarte siempre Madre Nuestra. Bendice nuestras casas, nuestro trabajo, nuestro descanso, dándonos esa paz serena que se disfruta dentro de los viejos muros de la Porciúncula, donde el odio, la culpa y el llanto, al encontrar de nuevo el Amor, se transforman en canto de gozo, como el canto de tus Ángeles y del Seráfico Francisco. Ayuda a quien no tiene apoyo y a quien carece de pan, a los que se encuentran en peligro o en tentación, en la tristeza o en el desaliento, enfermos o en agonía. Bendícenos como hijos predilectos tuyos. Te pedimos que también bendigas con un mismo gesto maternal a inocentes y culpables, a fieles y descarriados, a creyentes y vacilantes. Bendice a toda la humanidad a fin de que los hombres, reconociéndose hijos de Dios e hijos tuyos, reencuentren en el Amor la verdadera Paz y el verdadero Bien.
Así sea.