BUSCADOR CATÓLICO

miércoles, 6 de febrero de 2008

CUARESMA



Hoy empieza la Cuaresma. Mucho sabemos y mucho se nos ha dicho de este tiempo. Sin embargo, yo creo que cada cual debemos ir a nuestro interior y darnos cuenta de qué es lo que impide que amemos a Dios con total libertad. Si acaso, hasta podemos plantearnos realizar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio (muy recomendables), y si queremos prescindir de métodos, el encuentro con Dios, el "ESTAR" con Él, es lo que más Luz nos dará. Francisco, al principio de su conversión, iba cada día a una cueva de las afueras de Asís a buscar a Dios, a estar con Él, a interiorizar su Relación. Para los más atareados, quizá sea ésta la solución: buscar una "cueva", en medio de los avatares del día a día. Quizá rascar tiempo aquí y allá y así encontrar un rato para Él. La Cuaresma, cual desierto en el que nos encontramos solos con nosotros mismos y con Dios, es un tiempo privilegiado para ir dejando aquello que, el Gran Día de la Pascua, en que la Luz no tendrá sombra, experimentemos cómo nuestra Alma goza con el Misterio de un Dios vivo tras una Pasión y Crucifixión. Un Dios que nunca muere, que no está sometido a las fuerzas y contingencias mundanas, porque ya las ha superado. Es la Gran Noticia, es el Evangelio, al que sólo podremos acceder libres de todo afecto desordenado, puesto que es una "puerta estrecha".

viernes, 1 de febrero de 2008

LA VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO


La Conferencia Episcopal se acaba de pronunciar. Ha arengado a todo católico y a todo buen ciudadano de pro para que vote de acuerdo a la orientación política que crea sinceramente que más respeta y vela por los derechos básicos y la dignidad moral del hombre. Valoran los obispos la diversidad de partidos, y la militancia de los católicos en ellos. No ponen peros a ninguno. Sólo a aquellas leyes, sistemas educativos y planteamientos sociales (por mayoritarios que sean) que, de alguna manera atentan contra la esencia del ser humano: el anhelo de felicidad plena aquí y en la Vida Eterna. Pero ZP y compañía se han sentido súper aludidos. No han soportado que la Iglesia Española se exprese libremente. Creen que se les juzga de forma inmisericorde porque se opina de forma distinta a ellos sobre, por ejemplo, la dichosa EpC. Ahogan, con sus planteamientos en pro de "derechos individuales", el ansia de Eternidad del hombre y una visión que le permita ser feliz más allá de visiones antropológicamente limitadas. No toleran que se hable en público de lo necesario que es velar por la rectitud moral, pero sí permiten a terroristas estar en ayuntamientos. Y, encima, no toleran que se hable del terrorismo. ¿Sólo ellos tienen el monopolio? ¿Les duele tanto haberse equivocado en esta materia que les escuece cuando alguien se lo recuerda? A eso se le llama no tener la conciencia tranquila. Mientras ellos han hablado con asesinos "para saber a qué atenerse", nuestros Obispos les recuerdan que con un asesino sólo cabe darles la espalda y, si se puede, una temporadita larga en prisión. Es una lástima que un partido de "progres" (progres por qué, aún no lo sé, ¿quizá por dar a los etarras cobertura política y privar a la educación de todo contenido moral?) no pueda escuchar una opinión de unas personas que, al fin y al cabo, representan a una mayoría en España. Gracias, Señores Obispos. Sigan proclamando el Evangelio con tanta valentía. San Francisco a buen seguro les ayuda desde arriba. Él fue, y es, un Santo de Iglesia, que amaba y veneraba a los Sacerdotes, Obispos, Cardenales, Papas... en función de lo que les dignifica: que consagran el Cuerpo y la Sangre de Cristo en sus propias manos. PAZ Y BIEN.

miércoles, 30 de enero de 2008

CUARESMA, ESE TIEMPO


En una semana iniciamos la Cuaresma. Es un tiempo muy rico para que vayamos ahondando en nuestra relación con Dios y descubramos en qué le fallamos, qué nos falta para estar más cerca de Él y qué deberíamos sencillamente cambiar de nuestra vida espiritual. Es un tiempo de Desierto, de Soledad, de buscar al Padre como hizo Jesús en aquellos 40 días con sus 40 noches. Y es tiempo de abrir los ojos del alma, pues puede que veamos a Jesús en el Desierto, y entonces podamos seguir sus pasos. El Amado se nos dará en Gloria el día de Pascua. Mientras tanto, le buscaremos en la noche, en la tentación, en la incertidumbre. Tiempo de penitencia, ya sea por sacrificios o mortificaciones. Se trata, en definitiva, de ponerle a Él antes que a nada. Nos sale siempre al encuentro, pero el verle, oir su voz y dejar que nos meta en la bodega depende de que nuestro cuerpo y nuestra alma le busquen, estén orientados a Él. Entonces sí le veremos. Pero si, como las vírgenes necias, nos dormimos, no nos enteraremos cuando pase y entre al banquete.

La Soledad del que busca a Dios, aunque dicha soledad sea en tiempos concretos de la vida, es difícil, pero gozosa si en ella nos dejamos a nosotros mismos encontrarle a Él. Puesto que nunca estaremos solos, ni lejos de su presencia.


"El Padre habita en una luz inaccesible (cf. I Tim 6,15), y Dios es espíritu (Jn 4,24), y a Dios nadie lo ha visto jamás (Jn 1,18). Y no puede ser visto Sino en el espíritu, porque el espíritu es el que vivifica; la carne no es de provecho en absoluto (Jn 6,63)". [...]

"...así también nosotros, al ver con los ojos corporales el pan y el vino, veamos y creamos firmemente que es su santísimo cuerpo y sangre vivo y verdadero.
Y de esta manera está siempre el Señor con sus fieles, como Él mismo dice: Ved que yo estoy con vosotros hasta la consumación del siglo (cf. Mt 28,20)".


(Adm 1).

domingo, 27 de enero de 2008

FRANCESCO, FRANCESCO


Es digna de ser contemplada y meditada la conversión de Francisco. El otro día me preguntaron: "Francisco tuvo una conversión rápida, ¿no?" Contesté que no, que basta con mirar en sus Biografías y ves enseguida que lo suyo fue difícil, costoso y radical, aunque en este proceso Francisco se entregó al cien por cien, con gozo y total disponibilidad. Es verdad que Dios entró en su vida de una forma "espectacular", llamativa, sorprendente, irrumpiendo en sus planes. Francisco respondió que sí. Y a partir de ahí, su escala de valores, su jerarquía de preferencias, sus criterios, diversiones... se invirtieron. Cristo pasó al primer lugar, y todo lo demás pasó a ser relativizado por Él. Es como cuando te enamoras y empiezas a salir con una chica: salir con tus amigos ya no te apetece, o no te apetece tanto, porque la echas a ella de menos y deseas pasar el máximo tiempo posible en su compañía, aun cuando no dejas de apreciarlos a ellos y su amistad. Eso pasó a Francisco y a cuantos se han encontrado con Jesús, como dice el Salmo:




"Escucha, hija, mira: inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa paterna; prendado está el rey de tu belleza: póstrate ante él, que él es tu señor. La ciudad de Tiro viene con regalos, los pueblos más ricos buscan tu favor.
Ya entra la princesa, bellísima, vestida de perlas y brocado; la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes, la siguen sus compañeras: las traen entre alegría y algazara, van entrando en el palacio real.
«A cambio de tus padres tendrás hijos, que nombrarás príncipes por toda la tierra».
Quiero hacer memorable tu nombre por generaciones y generaciones, y los pueblos te alabarán por los siglos de los siglos".

viernes, 25 de enero de 2008

Francisco Predicaba


Francisco predicaba impulsado por el Espíritu. No eran sus propias palabras, ni su pensamiento humano sin más. Era el reflejo de su relación con Dios. "Predicaba con sencillez la Penitencia", dicen los Tres Compañeros. Todos los que han hablado de Dios en la Historia no han hecho otra cosa que plasmar en unas palabras lo que vivían, la savia que corría por su interior, sus sentimientos, pensamientos, emociones... que generaba su relación con el Señor. Esponsal en unos, de cariz más siervo-Señor en otros, de simple amistad en otros, pero siempre con la impronta propia de la profunda impresión que deja Dios en la Criatura que, por saberse limitada, goza y se desborda porque Dios está a su lado.