BUSCADOR CATÓLICO

miércoles, 26 de septiembre de 2007

EL SEÑOR O EL SIERVO

Es la pregunta que Dios formuló a Francisco en Espoleto, y la misma que todos deberíamos hacernos. Sueños, Ilusiones, Proyectos, Posesiones, Afectos y Quereres... ¿Nos ayudan a estar cerca de Dios o nos separan de Él? Pregunta sin duda nada fácil, y cuyo discernimiento requiere de Oración, mucha Oración. Sentarse ante el Sagrario y pedir, sincera y honestamente a Dios, qué es lo que no deja que sea Él cada día el Primero en nuestras vidas, de verdad, no de sentimientos, sino "con obras y de verdad". Así lo hizo Francesco: volvió a casa, y guardando en su corazón las Palabras del Señor, maduró y puso por obra los dictados del Espíritu. Obediencia es la Virtud que nos conforma a Jesús. Nos hace dispuestos a cualquier movimiento de la Gracia, a cualquier Revelación del Señor en nuestra vida, a cualquier moción del Espíritu. Pidamos a San Francisco que nos sepamos abrir al Amor de Jesús en nuestras vidas, que no se manifiesta sino en la Vocación que nos regala, como Camino Privilegiado para llegar a Él. Paz y Bien.

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