BUSCADOR CATÓLICO

jueves, 21 de febrero de 2008

IGUAL QUE ÉL


Jesús, Encarnación del Amor de Dios, en su vida pública no hizo otra cosa que reflejar esa vida Trinitaria, su Comunión con el Padre por el Espíritu. Nosotros, en nuestra vida cotidiana, no podemos sino intentar estar en comunión con Dios, buscándole con nuestros actos y nuestra oración, en fidelidad. Y nuestro caminar por el mundo, que sea como el de Jesús. Nuestro hablar, como el suyo. Nuestro actuar, como el suyo. Que los que nos vean puedan decir que somos de Jesús, que somos de Dios, y más aún si somos gente Consagrada. Que seamos reflejo de lo que se supone que buscamos. Como los primeros compañeros de San Francisco, por no mencionarle a Él, que siendo fieles a su vocación y carisma dejaban destellos de Dios ahí por donde pasaban.

«Llevaba Francisco a Jesús en el corazón, Jesús en los labios, Jesús en los oídos, Jesús en los ojos; Jesús en las manos, Jesús presente en todos sus miembros», dice Celano de Francisco. Que en esta Cuaresma sepamos ser testimonio viviente de aquel Jesús que caminaba por Tierra Santa dando a conocer a Dios. Paz y Bien.

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