BUSCADOR CATÓLICO

miércoles, 15 de octubre de 2008

¿POR QUÉ?

¿Por qué si Jesús fue pobre no nos gusta y hasta nos asusta la pobreza? ¿Por qué tantas veces, antaño, la Iglesia rechazó esta virtud, buscando glorias, prestigio y posesiones terrenas? ¿Por qué quienes estamos llamados a vivirla de alguna forma nos resistimos tanto? ¿Por qué no nos damos cuenta de que sin ella no habríamos tenido Encarnación ni, por tanto, Salvación ni Resurrección? ¿Por qué no vemos que los santos también la vivieron, todos sin excepción, de una forma u otra? ¿Por qué no pedimos al Señor que nos conceda el Don de abrazarla? ¿Por qué? "El Amor no es Amado", decía Francisco. Y "Bienaventurados los Pobres de Espíritu..." proclamó Cristo. Lo único que cuenta es que busquemos vivir la misma vida de Cristo, en la medida de nuestras posibilidades, y de lo que Dios nos pida.

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