Después de la fiesta de San Francisco, he hablado con alguien sobre la santidad, conversación que quisiera compartir.
Esta persona me decía que Santo lo es sólo Dios, y que no debemos hacer santo a nadie, ni tampoco considerarlo como tal. Yo le dije que la Santidad es verdad que sólo corresponde a Dios, hasta ahí podríamos llegar. Pero el hecho de llamar a alguien "santo" (del latín sanctus, que significa sagrado, y "sagrado" según el Diccionario de la RAE en su primera acepción es: "Digno de veneración por su carácter divino o por estar relacionado con la divinidad") significa dos cosas: o bien que ha sido propuesto como modelo a seguir en el camino del cristiano, y para ello ha sido canonizado (del latín canon, que significa regla, ley, norma - lo cual nos dice que la Iglesia ha agregado a tal persona al elenco normativo, por así decirlo, de personas que se pueden venerar como modelos de cristianos), o bien que ya está en la Gloria, junto a Dios y en Él, y por ello es Santo como Él lo es, puesto que ya es uno con Él. O sea, que San Francisco, por ejemplo, es Santo porque en vida entabló una relación especialísima con Dios (lo mismo vale para Santo Domingo o San Agustín, por ejemplo). Y, además, lo es porque ya está en la Gloria. Pero es que además nos ha dejado una vida a seguir para buscar a Cristo.
En definitiva, después de tanto rollo: Santo es sólo Dios, pero nos podemos asociar a su Santidad, faltaría más. De hecho, Francisco se hizo uno, igualito y calcadito con Cristo. Por tanto, es un "pedazo de ejemplo". PAZ Y BIEN.
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