BUSCADOR CATÓLICO

martes, 15 de enero de 2008

EL CARISMA


En Teología de la Vida Consagrada se habla del Carisma (del griego χάρισμα, regalo, Don de Dios). Este regalo de Dios a una persona o a un grupo de personas a lo largo de la Historia, es el fundante de toda Orden, Instituto, Congregación... cuyos miembros buscan el Reino de Dios a través de unas formas específicas de vida, reguladas por normas (Reglas, Constituciones, Estatutos...), y adquiriendo un compromiso personal, mediante la profesión de votos (manera particular de concretar la propia Vida Espiritual y de relación con Dios). Tanto las Reglas de la Institución, como los Votos y la Orientación espiritual del Individuo, son consecuencia del Carisma. Éste ha sido recibido por una persona o personas que, en fidelidad a Dios y en relación con Él, se les ha confiado un camino particular de búsqueda de Dios y su Reino, de forma que cristianos en particular y la Iglesia como cuerpo se beneficien del mismo. No es sino un soplo del Espíritu, un regalo de Dios a su Iglesia, por el cual la dota de un camino a recorrer y un reflejo de la Vida Trinitaria nuevos. En definitiva, una nueva forma de buscar la Santidad, individual y del prójimo. (Lo que es de Dios no encierra a los individuos en sí mismos). De este camino se beneficiarán, como he dicho, muchas personas que, en su búsqueda de Dios, descubrirán que este Carisma es el que les hará felices y dará sentido a su andar tras Cristo. Por una parte, verán que su Vida es Espiritualmente Plena viviéndolo, y por otra, exigirá de uno mismo una Fidelidad y una Entrega que deberán ir más allá de lo que uno era, cambiando las propias jerarquías y valores de vida. Esto, sin embargo, forma parte del camino posterior. Aquí nos ocupamos de lo fundante, que es el Carisma. Mañana más.

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