Poco más podemos decir sobre la Palabra en la Liturgia Eucarística. Si acaso añadir que siembra en el corazón del hombre el deseo de recibir el Pan y el Vino, y le da la capacidad para comprender la Transubstanciación como el momento supremo de la Salvación perpetuado en las especies eucarísticas. "Memorial" no es simple recuerdo, sino Actualización, y si se me permite podríamos decir que se "repiten" el Sacrificio y la Resurrección, aunque esto matizado. O sea, que Cristo no sufre más, pero sí que su Acto Salvador se perpetúa, no tanto cuando se Consagran las especies, cuanto el Espíritu consagra a la Comunidad, haciéndola parte del mismo cuerpo. Un Cuerpo Salvador, una Sangre que Lava. La Comunidad, por el Espíritu, es unida en un solo cuerpo, unido a su vez a Cristo, su Cabeza. Y el Pueblo, también, es introducido en la Trinidad, por la incorporacion a esa Comunión Divina y Perpetua de Amor.
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